Ciudad de México, 23 de mayo de 2025 – Durante años, Xochimilco fue ejemplo de cómo el abandono institucional y la desconexión con la ciudadanía pueden descomponer el tejido de una comunidad. Hoy, apenas ocho meses después de que Circe Camacho asumiera la titularidad de la alcaldía, esa imagen empieza a cambiar de forma notable. Así lo hicieron ver diputadas y diputados de distintas bancadas durante su comparecencia ante el Congreso capitalino, donde los elogios se mezclaron con la sorpresa por la velocidad del cambio.
Lo que antes era rutina de desorden en la vía pública, ahora es espacio ganado para la convivencia. Lo que antes eran programas sociales opacos, hoy se traducen en acciones con enfoque comunitario. Legisladoras como Brenda Ruiz lo expresaron con claridad: se está sentando una nueva relación entre el gobierno local y la ciudadanía, basada en la confianza y la participación activa. Y es esa participación —en los presupuestos, en los territorios, en los programas— lo que está empezando a reconstruir el tejido social de Xochimilco.
Incluso entre quienes militan en partidos opositores, hubo reconocimiento. Daniela Gicela Álvarez, diputada del PAN, no solo celebró el nuevo espíritu de coordinación institucional, sino que reveló cifras preocupantes: auditorías recientes arrojaron un desfalco de más de 36.7 millones de pesos durante la administración de José Carlos Acosta Ruíz, algo que subraya la importancia de la transparencia con la que ahora se rige la alcaldía. En esa misma línea, Omar Alejandro García Loria, del PRI, reconoció el trabajo de Circe Camacho, aunque planteó cuestionamientos sobre algunos proyectos simbólicos como las Utopías o el monumento del Chinelo. Lejos de ser ataques, fueron planteamientos que encontraron en la alcaldesa una actitud de apertura y diálogo.
En distintos momentos de la comparecencia, se repitió una misma idea: gobernar Xochimilco no es tarea sencilla. Alejandro Carbajal, desde la Asociación Parlamentaria Progresista de la Transformación, recordó su propia experiencia al frente de responsabilidades en la demarcación. Para él, los logros alcanzados en tan poco tiempo no solo hablan de capacidad técnica, sino de un liderazgo político que sabe leer el territorio y actuar en consecuencia.
El cambio también se percibe en áreas sensibles como el medio ambiente. Royfid Torres, de Movimiento Ciudadano, agradeció la cancelación del evento “Sonic Jungle”, autorizado ilegalmente por el gobierno anterior y que amenazaba una de las zonas ecológicas más importantes del Valle de México. La cancelación del evento, dijo, no fue solo un acto administrativo: fue una señal clara de que ahora hay voluntad política para proteger el patrimonio natural de Xochimilco.
Desde el Partido del Trabajo, el diputado Villarreal resaltó algo que resonó con fuerza en la sala: la cercanía. Dijo que Camacho no ha dejado el territorio, que camina los barrios y escucha a la gente. Esa congruencia entre discurso e intervención directa ha marcado una diferencia profunda respecto al pasado inmediato. A su modo, cada legislador fue construyendo un mismo relato: el de una alcaldía que estuvo al borde del colapso institucional y que hoy empieza a dar señales de una recuperación seria y sostenida.
La sesión no solo fue una evaluación técnica. Fue, sobre todo, una validación política. Xochimilco, que durante años fue gobernado bajo una lógica de simulación y abandono, hoy experimenta un nuevo capítulo. Un gobierno que actúa, que coordina, que rinde cuentas. Circe Camacho no solo enfrenta el reto de limpiar una administración plagada de irregularidades: lo está logrando, con hechos, con políticas públicas visibles y con una ciudadanía que vuelve a mirar al gobierno con algo que parecía perdido: esperanza.
