La detención de más de 100 policías ilustra los primeros días en el cargo del gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, que vincula su éxito al combate al crimen. El mandatario ha creado un grupo especial, la Fuerza Pakal, que ejecuta vistosos operativos cada semana Los grandes despliegues policiales y la aparente fluidez operativa de las fuerzas de seguridad protagonizan los últimos meses del año en México. Es la política de golpes de efecto del Gobierno federal, que dirige Claudia Sheinbaum, y también de algunos estatales, caso evidente de Chiapas. El nuevo gobernador, Eduardo Ramírez, de Morena, que este domingo cumple tres semanas en el cargo, ha creado un grupo policial, la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), que cada día aparece en un municipio distinto, realizando cateos y detenciones, dando la sensación de que el nuevo Gobierno actúa por fin contra el crimen.