Durante el fin de semana del 21 al 23 de diciembre de 2024, Guanajuato experimentó una nueva ola de violencia, con 17 personas asesinadas en diversos ataques registrados en municipios como Irapuato, San Miguel de Allende y Juventino Rosas. La mayoría de estos incidentes fueron multihomicidios, lo que refleja la creciente inseguridad en la región.
La Fiscalía estatal ha comenzado investigaciones para esclarecer los hechos, aunque hasta el momento no se ha identificado a los responsables ni se han revelado detalles sobre los móviles de los crímenes. La violencia en Guanajuato está directamente relacionada con las disputas entre cárteles, principalmente el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Santa Rosa de Lima. Estos grupos están involucrados en actividades como el narcotráfico, el robo de combustible y la extorsión, factores que alimentan los enfrentamientos armados y que mantienen al estado como uno de los más peligrosos del país. Las autoridades locales han intensificado sus esfuerzos para frenar la violencia, pero la falta de recursos y el creciente poder de los cárteles siguen siendo obstáculos importantes.
Además, las autoridades no han proporcionado información detallada sobre las circunstancias de los ataques ni sobre los avances de las investigaciones, lo que ha generado desconfianza entre la población. La violencia en Guanajuato continúa afectando a la sociedad, desbordando a las fuerzas de seguridad locales y dejando en evidencia la debilidad del sistema de justicia estatal. Con los homicidios en aumento, se hace urgente una estrategia de seguridad más efectiva y un compromiso más fuerte por parte de las autoridades federales y locales para frenar la escalada de violencia.