Reynosa, Tamaulipas.– Mientras algunos buscan cámaras, el senador José Ramón Gómez Leal prefiere caminar las calles, escuchar a la gente y actuar. Desde el primer día tras las severas lluvias que afectaron a miles de familias en Reynosa, el legislador tamaulipeco ha estado presente, no como protagonista, sino como un servidor dispuesto a ayudar donde más se necesita.
Sin hacer alarde, el senador montó un centro de acopio para recolectar víveres, ropa y artículos de primera necesidad, los cuales han sido entregados directamente a las familias damnificadas. Además, recorrió personalmente las colonias afectadas, recogiendo testimonios, necesidades urgentes y gestionando soluciones inmediatas, sin necesidad de reflectores.
“No me interesa salir en la foto. Lo que me interesa es que la ayuda llegue, que las familias sientan que no están solas, que hay quien está trabajando por ellas aunque no se vea”, expresó Gómez Leal, quien también ha impulsado desde el Senado una serie de gestiones para agilizar los trámites burocráticos que permitan el acceso rápido a los apoyos federales anunciados.
Durante la reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Reynosa, el senador estuvo presente no para figurar, sino para respaldar y dar seguimiento a los compromisos asumidos por el Gobierno Federal, como el apoyo económico de ocho mil pesos por vivienda censada y la próxima entrega de enseres domésticos.
Gómez Leal también fue uno de los primeros en solicitar una segunda revisión del padrón de viviendas afectadas, ante la preocupación ciudadana de que varias familias no fueron incluidas en la primera etapa del censo.
Desde el Senado, ha impulsado la coordinación interinstitucional para atender esta emergencia con mayor rapidez, promoviendo la reducción de trámites y la activación de recursos sin trabas burocráticas.
“Mi prioridad es la gente. Estar con ellos en el momento más difícil y seguir de cerca el proceso hasta que reciban lo que necesitan. No se trata de protagonismos, se trata de resultados”, sentenció el legislador.
La ciudadanía ha reconocido su cercanía, su capacidad de gestión y, sobre todo, su actitud humilde ante la adversidad. Su trabajo habla más fuerte que cualquier discurso.