El proceso electoral de la Federación Estudiantil Universitaria se ha visto marcado por la polémica tras la inesperada alianza entre Álvaro Ruacho (de Eres U.J.E.D.) y Jaison Gutiérrez (de Orgullo Universitario), dos planillas que antes se presentaban como opuestas y que ahora unen fuerzas en una maniobra que los estudiantes califican de oportunista y carente de congruencia.
Frente a esto, la figura de Manuel Ávila, candidato de Juntos x la UJED, ha cobrado mayor fuerza como la única opción que representa un verdadero cambio, alejado de los grupos tradicionales que han manejado la Federación. Ávila ha denunciado constantemente las tácticas de desprestigio y división empleadas en su contra, mientras insiste en la necesidad de elecciones limpias y sin intimidación.
La unión entre Ruacho y Gutiérrez ha despertado rechazo entre los universitarios, especialmente porque Jaison Gutiérrez fue señalado públicamente por presuntas irregularidades financieras durante su paso por la administración de Isaac Cisneros. A pesar de esto, su acercamiento a Eres U.J.E.D. parece buscar frenar el avance de Juntos x la UJED, estrategia que muchos estudiantes interpretan como un juego de poder más que como un compromiso real con sus demandas.
Con este escenario, Manuel Ávila no solo se consolida como favorito, sino también como el símbolo de una generación cansada de las mismas prácticas. Su llamado a la transparencia y su exigencia de vigilancia en las urnas han resonado fuerte, mientras la comunidad estudiantil espera que, esta vez, su voto sea respetado.
La pregunta final es clara: ¿Podrá la voluntad estudiantil imponerse frente a las alianzas de siempre? La respuesta llegará en las urnas, pero el descontento y la desconfianza ya han dejado en claro que los universitarios exigen un cambio real.